sábado, 24 de enero de 2009

La herencia Bush...


Sólo le falta un sombrero texano...


jueves, 22 de enero de 2009

Para ti, cabrón...

Para ti, cabrón:

Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado... porque la has maltratado.


¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras... Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja? Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas..., patadas que yo también sufría. Hasta aquel último día.

Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos...Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender. Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada. Me puse contento antes de tiempo. Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez... Y sucedió. Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre. Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá.

Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí. Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida. Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino.

Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.



Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'

sábado, 17 de enero de 2009

Er andalú!

Como siempre, la derecha andaluza ha perdido la oportunidad del siglo. Salió Montserrat Nebrera, diputada del PP en el parlamento regional catalán, y dijo sobre Maleni lo tan citado en estos días: "Tiene un acento que parece un chiste".Sí, sé que Javier Arenas ha abroncado a la Montse. Pero mú poco. Casi ná. Arenas, con acento de Olvera, tenía que haber saltado como una liebre para decirle:
- ¿Conque Maleni tiene un acento andaluz que parece un chiste? Pues sin acento de chiste, muy en serio, yo me voy a cagar ahora mismito en totus tuus, Montserrat Nebrera.
Pero el problema no es ése. Ni que siempre habla un cojo.Mira quién va a hablar del hacento de Maleni, una catalana! A los catalanes tenemos nosotros no sólo que aguantarles el acento, sino hasta la escritura. La tontería de que hablando y escribiendo en castellano los imbéciles se plieguen a tener que decir Lleida y Girona, por no querer llamar a las cosas por su nombre. Joé, toda la vida de Dios, Lérida ha sido Lérida, y Gerona, Gerona.No es ése el problema del acentito que dijo la Nebrera.(...)
¿De verdad creen ustedes que Maleni habla andaluz?¿Cómo lo dan por sentado así como así? ¿Porque lo dice una tía del pesebre catalán del PP?Sin consultar a los grandes especialistas en la Modalidad Lingüística Andaluza, ni a Ropero ni a Narbona, ni a Vaz de Soto ni a Payán, para mí que, a oreja de buen cubero Maleni habla, claro que habla. A trompicones, pero habla. Equivocándose, pero habla. Liándose más que el testamento de una loca, pero habla.Ahora, que lo que no tengo tan claro es que lo que hable sea andaluz.
La noble, sonora, culta, precisa, rica, expresiva habla andaluza, madre del español que llevamos a América,lengua de nuestros premios Nobel,en la que se expresaba Juan Ramón Jiménez,la que Vicente Aleixandre aprendió de niño en Málaga precisamente,la tierra de Maleni.Para mí el andaluz es otra cosa que lo que habla Maleni a tranca y barrancas. Para mí el andaluz es la sonora habla de Felipe González, ¿pasa algo? O la incisiva de Alfonso Guerra; incluso la balbuciente de Chaves, por no salir de la tropa socialista de La Maleni.Para mí el andaluz es la belleza del habla de Antonio García Barbeito por la radio; la guasa sevillana de Micer Francisco Robles en Sevilla TV; incluso el acento alcalareño del Maestro Araujo retransmitiendo los partidos con su narrativa candeal.Para mí es el culto andaluz de Enriqueta Vila en las conferencias; el sensitivo andaluz de Carmen Laffón en la presentación de sus exposiciones; el apasionado andaluz de la escritora Rosa G. Perea en el lanzamiento de sus encomiables libros.Para mí el andaluz es como hablaban Fernando Quiñones o Rafael Montesinos.Como se expresan Manuel Alcántara o Jose Antonio Muñoz Rojas.Como habla el sevillanísimo Manuel Mantero, por muchos Estados Unidos que lleve vividos en la nostalgia (...)

Antonio Burgos.

miércoles, 14 de enero de 2009

Pedro Guerra

Por fin vuelvo a este mi blog, otrora lleno de vida, durante un tiempo aletargado...



La canción más bonita que he escuchado en mucho tiempo...sólo apta para quienes aún tenemos la capacidad de imaginar, de hacer imagen las evocaciones e implicarnos en las ideas y las sugerencias...

Imagino que también para quien lo haya vivido o desee hacerlo...



http://es.youtube.com/watch?v=mRHD-F1TBbo



Como cada año me echo algo por Reyes, en esta ocasión un DVD de Pedro Guerra como a mí me gusta: íntimo, cercano, esencial...él. Redescubriendo a este imaginero de la vida y las sensaciones.