jueves, 13 de agosto de 2009

DÍA 30

Qué respeto da el 30. Pero no miedo.

Decía Darwin, ya que es su año, que no sobrevive no el más fuerte ni el más listo, sino el que mejor se adapta al cambio.

No puedo dejar de pensar en el More (Emilio Morenatti). Y él sí que es una especie sin peligro de extinción, se adaptará al cambio, una vez más, y seguirá siendo un maestro. Esas noticias que suenan en la tele siempre tan de lejos, tan insignificantes, pero que cuando conoces a los protagonistas, desde tan lejos se te vuelve tan cercano que te compunge. Y eso que él ni se acordará de mí, porque coincidimos apenas un año cuando yo era el niño nuevo que empezaba a meter cabeza por estos lares. Pero desde el minuto uno, era uno de esos que de pronto, no que idolatres, pero sí que le ves una manera distinta de hacer las cosas que te embelesa y envidias de una manera tan sana que quieres aprender.

Unos en las guerras, otros en casa al fresquito. Unos pierden un pie por una bomba, otros transitoriamente cojos por una ola. No voy a comparar nada, ni nadie, en cualquier cosa que uno haga asume sus riesgos. Pero sí le da a uno por pensar cosas. Una de ellas, que en todos lados tenemos que estar, y no vale menospreciarse.

Os enlazo una joyita de Paquiño Correal.
http://www.diariodesevilla.es/article/espana/491662/reportero/corre/la/suerte/los/soldados.html

Hoy me han llamado para la rehabilitación. El día 27 me ve el médico rehabilitador. Sí, exacto, faltan dos semanas. Pues es lo que hay. Dos semanas simplemente esperando para ir a rehabilitación. A este paso me cojo las vacaciones en navidades. Pero bueno, seguiremos con los ejercicios caseros y los guisantes. Hoy he estado 25 minutos haciéndolos, y duele. Pero eso es lo que hay, sinceramente esto va mejor por días y ya me veo que me manejo perfectamente, y sólo estoy limitado para doblar la pierna.

Ayer no vi ni una estrellita en el cielo. Bueno, ninguna que se moviera y concediera deseos. When you wish upon a star... más suerte tuvo Pinocho. Seguro que me vieron y se volvieron para arriba, porque si cada una tenía que cumplirme un deseo que les pidiera...jejeje...el destino del mundo podría estar más a salvo en las manos de un supervillano de la Marvel. Y eso que estuve hasta las doce de la noche en el chiringuito del parque de Montequinto, que lleva mi amigo Borre, y donde se está del carajo, con sus ofertas anticrisis, y hasta sus mantitas para tumbarse en la hierba. Pero no me importa, porque me comí un cacho de helado de flan y nata con piñones después que me quitó el mono que llevaba habitando en mi cuerpo dos días.

Y poco más. Me aburro mucho la verdad. No tengo nada que hacer durante el día mientras mis padres estén despiertos.

Hoy cenita en el piso de Dani y Adela, que ya lo tienen prácticamente arreglado y nos han invitado para enseñarlo. Ya he cogido mi juego de llaves de casa de mis padres, así no tienen que esperarme despiertos.

Hola Nela, mira, sales en mi blog, saluda ;)

Qué respeto da el 30.

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